Continuando con el marco del Consumo y Producción Sostenible, y con motivo del Fashion Revolution Week 2018, con este post quisiera invitarlos a que formen parte de la revolución y se pregunten, ¿Quién hizo mi ropa?

La campaña Fashion Revolution Day nace tras el accidente del derrumbamiento el edificio en Rana Plaza en Dhacca Bangladesh, donde murieron 1138 personas, en su mayoría mujeres. Desde su creación este movimiento sigue creciendo, porque cada vez hay más gente que pide una industria de la moda más transparente, justa y segura, que se reconstruyan los vínculos rotos en la cadena de suministros de la industria de la moda, donde se valore a la gente y el medio ambiente.

Este movimento plantea que, para que se logre el cambio, es necesario que se aborden estos tres aspectos claves: el modelo de negocio, el material que se usa y la mentalidad de las personas. Fashion Revolution menciona que los modelos comerciales deberán cambiar y para esto, se requerirá una multiplicidad de soluciones. La forma en que se produce y consume la moda ha aumentado de forma espectacular en los últimos 20 o 30 años, y así mismo, han aumentado el número de accidentes y desastres en fábricas de producción. Así mismo, las empresas de indumentaria han visto un aumento en los costos, impulsado por el aumento de los precios de la mano de obra, las materias primas y la energía. Sin embargo, a pesar del mayor costo de la fabricación de ropa, el precio que pagamos por nuestra ropa es más barato que nunca. Esto indica que algo no está bien.

Así mismo, las medidas básicas de salud y seguridad no existen para muchas de las personas que trabajan en las cadenas de suministro de la moda y peor aún, el salario mínimo legal en la mayoría de los países productores de ropa rara vez es suficiente para que los trabajadores vivan. La campaña también muestra en estadísticas cómo nuestra ropa también tiene un impacto ambiental devastador. Los productos químicos utilizados para cultivar, teñir, lavar y tratar nuestra ropa terminan contaminando los ríos. “Se usa una gran cantidad de agua para producir prendas de vestir mediante el cultivo de algodón y el procesamiento en húmedo, como el teñido y el lavado”. Fashion Revolution menciona en su página web que la ropa representa alrededor del 3% de la producción mundial de emisiones de CO2, de acuerdo con The Carbon Trust.

Finalmente, se menciona que la forma en la que consumimos la ropa también ha cambiado en los mismos 20 o 30 años. Algo muy cierto y con lo que coincido es que tenemos que comprar menos, comprar mejor y seguir haciendo preguntas sobre las realidades detrás de lo que estamos comprando y lo que está detrás de las ofertas y “sales” que tanto nos llaman la atención. Fashion Revolution indica que compramos más ropa de la que solíamos y gastamos menos en ellas. Hace un siglo, gastamos más de la mitad de nuestro dinero en comida y ropa, hoy gastamos menos de un quinto.

Felizmente esta mentanilidad está cambiando, cada vez son más las personas involucradas en este movimiento y tú puedes unirte también este año! Es muy fácil, tómate un selfie con una ropa al revés (enseñando la etiqueta) preguntando #Quienhizomiropa a la marca en cuestión y compártela en tus redes sociales con los hashtags #WhoMadeMyClothes #QuienHizoMiRopa.

Si quieres conocer más sobre el movimiento e inspirarte con estas creativas campañas que ya están en todo el mundo, mira estos links!

 

Source: www.fashionrevolution.org

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